Editorial: una sociedad crítica se forja en la escuela

Revista Educándonos CNEPmx

Desde hace algunos años en el debate educativo ha estado presente el tema de la cantidad de conocimientos más que la utilidad de estos. La pandemia evidenció que la comprensión de conceptos per se —pocos o muchos— no ayudaron a evitar las pérdidas humanas, ni a resolver las problemáticas derivadas del encierro al que nos vimos obligados. Desde este punto de vista, es totalmente legítima la pregunta sobre cuáles son las disciplinas, habilidades, hábitos y valores que han de desarrollar los estudiantes para enfrentar un mundo en constante cambio y por tanto incierto; por lo que es pertinente y muy necesario recuperar la pedagogía crítica en las escuelas.

Para iniciar la reflexión al respecto, la Mtra. María del Pilar Rodríguez y Díaz abordará la relación entre pensamiento complejo y el desarrollo de las habilidades blandas y duras, así como su importancia en la vida personal, académica y social de los alumnos. Lo anterior es una condición indispensable para formar personas críticas, autónomas, responsables y libres como parte de la ciudadanía activa a la que aspiramos.

Este desarrollo va más allá de los contenidos programáticos y del cumplimiento de temarios predeterminados en los planes y programas de estudio. Al respecto la Dra. Herzel Nashiely García Márquez aportará a la reflexión en esta edición y una de las ideas más potentes que plantea en su artículo es que “el cerebro no limita la estructura de su pensamiento al horario escolar o la agenda educativa”. En esta misma línea, la investigación del Mtro. Abeljared Pérez Calvo aborda las ventajas de desarrollar el pensamiento crítico desde la niñez, ya que su utilidad va más allá de los espacios áulicos y se transforma en una herramienta para “mejorar las interacciones sociales”. Es ineludible sumar a la disertación la perspectiva del Pacto Educativo Global al que nos ha convocado el Papa Francisco, a fin de implementar compromisos y acciones deseables para que los agentes educativos recoloquen a la persona al centro de tal manera que ésta “albergue en su entraña la pretensión de transformar el mundo comenzando por el propio entorno”, como lo plantea en su artículo el Mtro. Julián Hernández Castelano. La educación que propone el Pacto requiere la firme decisión de formar personas críticas y discernientes, con conciencia y capacidad de revertir el quiebre de la fraternidad entre las poblaciones y el deterioro del planeta.

En el actual contexto de descarte, consumismo y violencia exacerbada que caracteriza nuestro entorno, la Dra. Valentina Torres Septién profundiza en el sentido de la meditación como un camino para desarrollar la conciencia y autodominio. La Dra. Torres Septién se suma a la reflexión preguntando a la escuela si se le da espacio al silencio creativo y a la meditación cristiana.

Concluye nuestra edición con la aportación del Dr. Ignacio Aranciaga respecto a los Recursos Educativos Abiertos (REA) como perspectiva tecno-pedagógica que propone nuevas formas de producción, circulación, distribución y apropiación de los recursos educativos. Si educamos para construir una sociedad crítica, el libre acceso a los recursos educativos es una vía para atender el derecho real a la educación de todos y todas. Por un lado, el derecho de asistencia a una escuela; por otro, el derecho a disfrutar en esa escuela de las experiencias educativas que dan los mejores resultados
en aprendizaje.

A todas luces, este número de la revista Educándonos profundiza en el pensamiento crítico desde diferentes perspectivas teóricas y prácticas para enriquecer nuestra labor educativa como familia CNEP, a fin de contribuir en la formación de seres humanos que construyan sociedades más humanas, justas y reflexivas

 

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